Ya llegó ese famoso lunes “más triste del año”, también conocido como Blue Monday. Pero antes de que te hundas en la idea de que todo está mal, respira. Aquí te dejamos unos consejos para que el día no se sienta tan pesado y, quién sabe, ¡quizá hasta lo disfrutes un poco!
Dáte un gustito (¡o dos!)
Dicen que la comida es el camino al corazón y, sinceramente, también al buen humor. ¿Por qué no aprovechar para comer tu postre favorito? Un helado, un pastelito o esas galletas que siempre miras con antojo. A veces, un poquito de azúcar (y mucho amor propio) hace toda la diferencia.
Organiza un maratón de pelis positivas
No hay nada como una buena película que te haga sentir bien. Busca esas que te llenen de energía positiva o que te saquen una sonrisa. Puede ser una comedia clásica, una película de superación personal o esa que siempre te deja un “¡aww!” en el corazón. Prepárate unas palomitas, acomódate en tu rincón favorito y disfruta del momento.
Sal a caminar
El aire fresco y un poco de movimiento siempre ayudan a despejar la mente. Aunque sea un paseo corto por el parque o alrededor de tu cuadra, notarás cómo cambia tu estado de ánimo. Y si puedes, lleva música que te inspire o tu podcast favorito.
Habla con alguien que te haga sentir bien
No te guardes todo. Busca a esa persona con la que siempre puedes reír o que te entiende sin juzgar. A veces, una buena plática es justo lo que necesitas para soltar lo que llevas dentro.
Date permiso de sentir
Recuerda que está bien no sentirse al 100% todo el tiempo. No te fuerces a estar “bien” si no lo estás. El simple hecho de aceptar tus emociones ya es un paso para procesarlas y dejar que se vayan poco a poco.
El Blue Monday no tiene por qué ser tan azul. Con pequeños gestos de autocuidado, puedes darle color a este día y transformarlo en una oportunidad para conectar contigo. ¿Cuál de estos consejos probarás hoy? ¡Cuéntanos!