A ver #Trendlovers, no me dejarán mentir, pero esta increíble serie mexicana nos ha dejado más que una simple carcajada y por eso les quiero compartir algunas de las cosas que aprendimos viendo “La Casa de las Flores”. Así que, si aún no la han visto, tiene que ir corriendo a su cuenta de Netflix.
1. Hablar con un títere de calcetín cuando no sabemos cómo decir las cosas.
No hay nada que no podamos decir frente a un títere, chavos. Sobre todo, si se trata de Chuy. ¿Cuántos de ustedes no desearon tener una consulta con él?
2. Ser el alma de la fiesta… bueno, a veces.
¿Para qué llorar en un funeral si podemos armar el ambiente con Yuri?
3. No hablar inglés para no ser ridículos.
A menos que estén en otro país o hablando con un extranjero, no hagan el ridículo queriendo hablar en inglés, oigan.
4. Estar siempre tan en paz. Tan con Dios.
Si algo nos dejó la Yuri –antes de querer ser Beyoncé– es que siempre debemos de estar tan en paz, tan con Dios con nosotros mismos.
5. El karma es lento y hay que ayudarlo de repente.
Como dice nuestra queridísima Virginia de la Mora, a veces el karma tarda en hacer de las suyas y tenemos que darle una ayudadita.
6. No en-gan-char-se con el Ta-fil, oi-gan.
Paulina de la Mora nos dejó una gran lección sobre no engancharnos con el Tafil ni ningún otro medicamento, por-que de re-pen-te uno ya em-pie-za a ha-blar a-sí.
7. No olvidarse de saludar al Cacas.
Sobre todo, si queremos evitar que el papiringo ese nos meta el dedo.
8. Amar a la familia, por muy disfuncional y rara que parezca.
Al final nos dimos cuenta de que todas las familias tienen sus lados oscuros, pero no por eso dejan de ser familia.
¿A ustedes que les pareció, #Trendlovers?