Conocido también como «síndrome de cadáver ambulante» (en Inglés walking corpse syndrome), el síndrome de Cotard es un desorden mental rarísimo.
El síndrome de Cotard se caracteriza por la aparición de delirios (alucinaciones) mentales carentes de sentido y, por lo general, relacionados con la muerte. Por lo tanto, los pacientes con este síndrome pueden pensar que un órgano o una parte de su cuerpo se está pudriendo o que él mismo está ya muerto. Algunos enfermos piensan que todo su cuerpo está muerto o que ni siquiera existen.
Aunque se trata de un trastorno puramente mental, puede tener consecuencias físicas dramáticas. Ya que los enfermos piensan que están prácticamente muertos, descuidan su higiene personal e incluso su salud física. Más del 50% de los pacientes se sienten de alguna forma inmortales, lo que les puede llevar a un comportamiento nefasto.
Síndrome de Cotard: síntomas
En enero de 2015, Haley Smith, una joven de 17 años con síndrome de Cotard declaró para el Daily Mail: «Un día, mientras estaba en clase de inglés tuve esta sensación tan extraña de que estaba muerta y no sabía qué hacer para que desapareciera. De camino a casa pensé en visitar un cementerio solo para estar cerca de otros que también estaban muertos».
El síndrome de Cotard fue descrito por primera vez en 1882 por el neurólogo francés Jules Cotard tras el descubrimiento de un paciente, la señorita X, que pensaba que no tenía cerebro, nervios, busto, estómago, ni intestinos. Irónicamente, pensaba que era inmortal y viviría para siempre. Como creía que no lo necesitaba, dejó de comer y finalmente murió.
Según los expertos, este trastorno mental puede aparecer de un día para otro pero, por lo general, ocurre en personas que ya sufren algún tipo de trastorno mental, depresión o enfermedad neurológica. No obstante, existen algunas excepciones como el caso del escocés, en 1996, que fue diagnosticado del síndrome de Cotard tras sufrir una lesión en el cráneo causada por un accidente de motocicleta.
Síndrome de Cotard: causas
El síndrome de Cotard es bastante misterioso y, aunque no se conoce su origen, los expertos aseguran que la causa de la aparición de la enfermedad está asociada a la disfunción en dos áreas del cerebro: por un lado, en el giro fusiforme que interviene en el reconocimiento facial y, por otro, en la amígdala cerebral que se asocia a las emociones. 7
Debido a esta disfunción, los pacientes dejan de sentir emociones o sentimientos al mirarse en un espejo. Esta ausencia de asociación conduciría a una desconexión de la realidad y a la aparición de la sensación de estar muerto.