Oigan… Sé que son vacaciones, pero estamos a tiempo para que no nos agarre la mano el chango. Y es que empieza la temporada escolar y con eso se desatan los berrinches de los chamacos, de esos que parece que se les metió el chamuco al cuerpo.
Para no sufrir ese calvario, invité a la psicóloga Doctora Descanso que nos armó un plan de ataque con 7 claves infalibles para que el regreso a clases no sea una tragedia griega.
1. Rutina flexible, pero presente
No se trata de que los chamacos vivan en un cuartel militar, pero tampoco llegar al extremo y se destrampen. Una rutina flexible significa tener horarios más relajados, pero con estructura.
Desayuno a la misma hora, limitar el uso de pantallas, establecer un horario para hacer ejercicio. ¡Y claro que hay espacio para el relajo, pero sin que se pierdan en el limbo!
2. Sueño dentro de la rutina
Dormir bien es el primer hábito que se va al socavón. Si tus hijos se están durmiendo a las 2 a.m., no esperes que se vayan a levantar como si nada al regreso. Empieza desde ya a ajustar sus horarios: que se duerman 15 minutos más temprano cada noche. No lo dejes para el último domingo, porque ahí sí… ¡van a llover los catorrazos!
3. Comida real, no solo hot dogs
Sí, es verano y sí, se vale la comida chatarra. Pero no pueden vivir a base de nuggets, pizza y refresco. Lo que comen impacta en su ánimo, su sueño y su cerebro. Al menos de lunes a viernes, que haya una alimentación balanceada: frutas, verduras, agua, y ya el fin de semana sí darles un gustito.
4. Movimiento, no solo pantallas
El sedentarismo está de moda… ¡y no debería! Si tus chamacos se pasan el día entero viendo TikToks o YouTube, luego no te quejes de que andan con la pila baja y cero motivados. Ponte creativo: organiza caminatas, paseos en bici, juegos al aire libre, cualquier cosa para evitar que se la pasen aplatanados.
5. No tires a la basura los buenos hábitos
Si ya te costó un montón que lean, que hagan ejercicio y que duerman bien… no dejes que todo eso se vaya al caño en unas semanas. ¡NO lo permitas! Mantener estos hábitos les da estructura emocional y seguridad.
6. Evita asociar escuela con sufrimiento
Si a cada rato les dices a tus chamacos “disfruta antes de que entres a la escuela”, es obvio que van a tener una mala percepción del regreso a clases. Para que eso no pase, evita que las vacaciones sean sinónimo de libertinaje y la escuela de castigo.
7. El ejemplo empieza en casa
¿Tú también te estás durmiendo a las 3 a.m. viendo series y aparte desayunas papitas? Pues cómo esperas que tus hijos hagan lo contrario. ¡Predica con el ejemplo!
Así que ya lo sabes. No se vale decir “es que nadie me avisó” cuando los niños estén llorando a moco tendido el primer lunes de clases.
Educar no es gritar, es acompañar con firmeza, con una rutina que los contenga y los impulse. Si quieres escuchar todo lo que la Doctora Descanso me dijo, dale play al podcast, o entra al sitio web de Colchones Carreiro para más herramientas.
